La repatriación desde la nube sigue ganando popularidad entre CIOs y CTOs para conseguir mayor rendimiento, control y rentabilidad a medida que sus proyectos evolucionan y escalan. Es una valiosa herramienta para reubicar cargas de trabajo cuando la relación coste-beneficio no es la deseada. Generalmente implica migrar a una solución dedicada que se ajuste mejor a las cargas de trabajo de la empresa.
¿Qué es la repatriación desde la nube?
La repatriación desde la nube consiste en mover cargas de trabajo y aplicaciones desde nubes públicas hiperescalares a otras soluciones de TI —entornos de cloud privado, instalaciones de housing, servidores dedicados o incluso entornos de cloud público más pequeños—. De modo que no se trata de retornar cargas de trabajo a la infraestructura de la empresa, sino de reubicarlas a una más adecuada.
Algunas de las razones detrás de la repatriación desde el cloud son:
- Aumentar el control sobre los costes.
- Optimizar el rendimiento.
- Aumentar la visibilidad y el control en general.
- Abordar los problemas relativos al gobierno y la protección de los datos.
El hecho de sacar algunas de las cargas de trabajo de las nubes públicas hiperescalares no tiene porqué implicar descontento, sino la necesidad de reubicar ciertas cargas de trabajo a un entorno más eficiente.
Mientras que los costes del cloud público son bajos en fases iniciales, pueden crecer sin control al ritmo que las empresas escalan y crecen. Así que, hacer un seguimiento del gasto en cloud no solo es esencial, sino que también sirve como una métrica de rendimiento.
Planificar la repatriación desde la nube
La planificación es indispensable para la repatriación desde la nube, al igual que en cualquier otra decisión crítica para el negocio. Las organizaciones necesitan dar respuesta a cuestiones como:
- A qué entorno se van a mover las cargas de trabajo.
- Qué cargas de trabajo hay que reubicar.
- Cómo gestionar y reducir la complejidad en caso de optar por un enfoque híbrido o multicloud.
Asimismo, es recomendable tener en cuenta la posibilidad de la repatriación en fases iniciales. Es importante invertir en una arquitectura que facilite la migración de cargas de trabajo entre soluciones de TI; no solo para evitar el vendor lock-in, sino también para hacer uso del entorno que mejor se adapte a cada etapa del ciclo de vida del negocio.
Repatriar cargas de trabajo desde la nube pública
A menudo se elige la nube pública en fases iniciales a fin de acelerar la innovación con mayor agilidad. Sin embargo, la nube privada y otras soluciones dedicadas entran en escena cuando los negocios desean aumentar el rendimiento, la predictibilidad de los costes y el control.
Rendimiento predecible
A medida que los negocios maduran, los CTOs evalúan soluciones de TI dedicadas y especializadas para conseguir un rendimiento alto y predecible, y optimizar el coste de los ingresos. Una infraestructura de uso exclusivo permite optimizar el gasto en cloud, ya que evita el sobreaprovisionamiento y aumenta la visibilidad sobre los costes. Además, en combinación con un almacenamiento en red de baja latencia y completamente redundante, se puede conseguir un rendimiento alto constante, sin vecinos ruidosos, y mejor disponibilidad de los datos.
Las organizaciones deberían conocer el rendimiento que pueden esperar de su entorno de TI en todo momento.
Junto con tarifas transparentes, las empresas deberían tener acceso completo a los detalles técnicos de la infraestructura en la que depositan su confianza para optimizar el rendimiento y minimizar riesgos.
Control sobre los costes
La escalada de los costes es una de las razones principales por las que las empresas repatrian cargas de trabajo y aplicaciones a servidores dedicados y entornos de nube privada. Los costes operativos en servicios cloud hiperescalares escalan al ritmo que lo hace el consumo en la nube. Esto puede provocar una pérdida de control sobre el presupuesto de TI de las empresas, lo cual también afecta negativamente a los beneficios.
Por lo tanto, además de buscar herramientas de gestión de costes cloud para optimizar el presupuesto dedicado a la nube pública, las empresas también están optando por la repatriación para distribuir mejor sus cargas de trabajo y sistemas de TI.
Desde nuestra experiencia, mientras que el cloud público puede ser útil en etapas iniciales de un proyecto, los entornos de cloud privado ofrecen una mejor relación coste-rendimiento en casi todos los casos, ya que la mayoría de las cargas de trabajo son predecibles.
Hay muchas alternativas a los servicios de cloud pública hiperescalar que permiten migrar de on-premise a cloud, para aprovechar los beneficios del modelo OPEX. Por ejemplo, los entornos de nube privada y los servidores bare-metal ofrecen mayor rentabilidad y predictibilidad en el tiempo, lo que aumenta el control tanto sobre los costes como sobre el rendimiento.
Seguridad y cumplimiento de la regulación
El gobierno y la protección de datos se ha convertido en una prioridad en la economía digital. Así que las organizaciones se enfocan cada vez más en adoptar medidas estrictas de seguridad y privacidad. No solo para cumplir con la regulación, sino también pensando en la continuidad del negocio.
Otra de las preocupaciones detrás de la repatriación desde el cloud público es la ubicación de los datos. Los negocios deben cumplir con normativas de seguridad y privacidad, y buenas prácticas dentro de la ubicación en la que operan. Por eso, por ejemplo, optar por proveedores cloud que alojen sus servicios en centros de datos europeos ayuda a las empresas a cumplir con el marco regulatorio de la UE con más facilidad.
Avanzar hacia un enfoque híbrido o multicloud
Al repatriar cargas de trabajo, muchas organizaciones optan por un enfoque híbrido o multicloud. En dichos casos, es importante reducir la complejidad para aprovechar los beneficios y evitar problemas. Un enfoque multicloud ofrece un nivel de agilidad adicional, especialmente en proyectos grandes y complejos, pero requiere un mayor nivel de gestión.
Sin embargo, si se gestiona adecuadamente, un enfoque híbrido aumenta la resiliencia en caso de fallo grave, ya que las empresas cuentan con diversos proveedores cloud. Junto con una estrategia de Disaster Recovery y backups potente, también mejora la fiabilidad y disponibilidad de los datos, y limita el impacto de tiempo de inactividad debido a un fallo o cualquier otra incidencia.
En resumen, es probable que la repatriación desde la nube y la movilidad entre entornos se convierta en una práctica estándar para optimizar rendimiento y costes a lo largo del tiempo. A medida que los proyectos evolucionan y los equipos de TI se familiarizan con el ciclo de vida cloud, es más fácil determinar cuál es el mejor modelo de despliegue para cada carga de trabajo, en cada etapa.